Una reforma fiscal es un proceso de alto impacto en todo país, que tiene efectos más allá del sistema tributario en sí.
Además, influye en el desempeño económico de la nación en general y en la forma en que las empresas deben llevar a cabo sus labores contables, entre muchas otras cosas.
Para que conozcas y comprendas a fondo este factor, enseguida te explicaremos, a ciencia cierta, en qué consiste y con qué fines y objetivos se lleva a cabo.
¿En qué consiste una reforma fiscal?
Desde un punto de vista técnico, puede definirse como un cambio o mejora efectuado en la legislación impositiva de un país.
Es decir, se trata de modificaciones en los sistemas y parámetros tributarios, que en primer lugar tienen un efecto legal, para luego poder tener un efecto práctico.
Es por esto que las reformas fiscales son impulsadas por el Estado y suelen ser debatidas y aprobadas, de acuerdo a la organización política del país, en parlamentos y congresos, como sucede, efectivamente, en Paraguay.
Es importante no confundir este proceso con una política fiscal, aunque son elementos que pueden ir de la mano.
La política fiscal es aquella que determina la forma en que se configura el sistema tributario, incluyendo los gastos del país y las responsabilidades de los contribuyentes.
Y, dentro de esta se encuentran las reformas fiscales, que no son más que cambios que se realizan para mejorar los procesos y mecanismos tributarios.
Tomando en cuenta lo dicho hasta ahora, existen diferentes características claves que debe tener una reforma fiscal, como:
- Neutralidad, pues se trata de un proceso orientado a brindar mejoras generales y no a beneficiar a determinados agentes económicos.
- Aplicación gradual, para que los contribuyentes puedan adaptarse a las exigencias (generalmente las grandes empresas, al contar con sólidos procesos contables, son las primeras que tienen la responsabilidad de acogerse a nuevas normas);
- Amparo legal, debido a que su entrada en vigencia depende de su inclusión en textos legales y decretos;
- Difusión, para que sea conocida en todos los sectores de la sociedad.
¿Para qué se lleva a cabo una reforma fiscal?
Una reforma fiscal siempre tendrá la misión de mejorar o actualizar el sistema tributario de un determinado país, tomando en cuenta su realidad económica, las tendencias globales y los cambios de su mercado comercial interno.
Además, puede perseguir diferentes objetivos específicos, como:
Reducción de la evasión fiscal
Para eso las reformas incluyen medidas más profundas y modernas de auditoría y supervisión de los procesos de los contribuyentes.
Digitalización
En los últimos años, hemos visto políticas, reformes y cambios fiscales orientados a modernizar los sistemas y hacerlos mucho más digitales.
Flexibilización de medidas tributarias
Esto se realiza cuando las autoridades y los diferentes agentes económicos consideran que las cargas tributarios son insostenibles o incoherentes, lo cual obliga a hacer reformas estructurales que las flexibilicen y hagan más justas y equilibradas.
¡Bien! Ya conoces a fondo qué es una reforma fiscal, cuáles son sus características y qué objetivos persigue.
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