Lograr una correcta planeación de impuestos es un objetivo que vale la pena perseguir. Esto es fundamental para mejorar la rentabilidad y las utilidades, minimizar la incertidumbre y promover la estabilidad financiera, pero sin incumplir con mandatos estatales y responsabilidades tributarias.
Pero, ¿cómo se logra este difícil equilibrio entre los intereses de la empresa y las exigencias fiscales? ¡En muy pocas líneas te lo diremos!
Antes, repasemos brevemente el concepto de planeación de impuestos y esclarezcamos, de una vez por todas, en qué consiste.
¡Quédate hasta el final!
¿Qué es la planeación de impuestos?
Se puede definir como un conjunto de estrategias que buscan minimizar la carga tributaria en negocios y empresas, aprovechando beneficios que pueda aportar el entorno fiscal y sin incumplir con las exigencias de las autoridades.
Por supuesto, todas estas tácticas y acciones se piensan, diseñan y confeccionan con carácter previo, con base en el análisis, el estudio y la estrategia.
Nunca está demás aclarar que esta práctica es completamente legal y transparente y no se asocia con la evasión de impuestos, así que no debes tener miedo a las auditorías fiscales si realmente la aplicas de forma correcta.
¿Cómo realizar una correcta planeación de impuestos?
En primer lugar, debemos decir que la planeación de impuestos es un proceso que demanda un amplio volumen de datos y documentación.
Por ese motivo, te recomendamos que dispongas de soluciones como los sistemas de facturación electrónica, que centralizan los comprobantes y la información, facilitando el acceso a estos elementos.
Una vez garantices la disponibilidad de datos y documentos clave, lo ideal es que sigas estos pasos:
Presupuesta resultados
Lógicamente, una planificación siempre apunta al futuro, por lo cual la incertidumbre no se puede eliminar del todo.
Sin embargo, con análisis y estudio pueden reducirla a un punto mínimo, haciendo una proyección fiable y coherente del rendimiento de la empresa en los próximos meses.
Con base en la información evaluada e interpretada, proyecta elementos como las ventas, los costos, los gastos y las utilidades, que tienen una influencia directa en el nivel de renta de tu organización.
Identifica riesgos
Como dijimos, siempre queda un margen de incertidumbre, así como de error.
Por eso, aparte de proyectar haz un listado de potenciales riesgos, es decir, de valores que podrían variar más de lo esperado, generando un incremento de la totalidad de los impuestos que se espera pagar.
Así, en tu planificación de impuestos podrás dejar un “colchón” o margen de maniobra en caso de que haya variaciones entre lo que esperas pagar y lo que realmente deberás liquidar.
Diseña estrategias
Ahora que tienes un estimado del impuesto a pagar, seguramente querrás reducir el monto final para mitigar el impacto tributario en las finanzas.
Entonces, basándote en la legislación vigente y en los parámetros de las autoridades fiscales, piensa en esas estrategias y acciones que pueden ayudarte a disminuir la carga fiscal.
Por ejemplo, estas estrategias pueden estar asociadas a realizar inversiones y gastos necesarios que sean valorados como deducibles, es decir, que generen descuentos en los impuestos.
Al final, debes tener claro que esta planeación no es un modelo fijo, sino un proceso que, si bien tiene determinadas bases, necesita adaptarse a las características específicas de tus operaciones y a tus obligaciones como contribuyente.
¿Te resultó de provecho esta lectura? Para complementar la información que adquiriste aquí, no dejes de leer el siguiente post: