La planeación tributaria es una de esos procesos en que los emprendedores, gerentes y encargados de contabilidad no pueden darse el lujo de equivocarse.
Tomar decisiones erradas en esta área es sinónimo de inconsistencias en la administración y registro del capital e, incluso, en sanciones por parte de las autoridades, entre otros problemas.
Entonces, ¿cómo optimizar la planeación tributaria? Para lograrlo, te invitamos a que sigas estas 4 claves:
1. Realizar un diagnóstico preliminar ejecutivo
Una buena planeación tributaria parte de la comprensión de la realidad y las características del negocio.
Por ese motivo, realiza un diagnóstico ejecutivo preliminar, que te permita evaluar desde el organigrama funcional hasta los recursos necesarios para la actividad productiva, pasando por las tendencias y expectativas de ingresos.
Conocer todos estos puntos clave te ayudará a desarrollar una planificación coherente y ajustada a las necesidades particulares de tu empresa.
2. Modernizar el registro de las transacciones y documentación
Las tecnologías son indispensables tanto para la planificación como para la supervisión de tu programa tributario.
Softwares de facturación electrónica y sistemas de contabilidad, entre otras herramientas, pondrán en tus manos toda la documentación e información que necesitas para diseñar las líneas de acción y los modelos de gestión fiscal.
Además, te ayudarán a rastrear la dinámica de las operaciones y del registro del capital.
3. Definir objetivos y metas concretas
Todo buen plan tiene muy claro qué desea lograr, y la planificación tributaria no es la excepción.
Con respecto a tus balances de gestión anteriores, plantéate puntos de mejora, metas estratégicas y, en general, define un norte a seguir.
4. Desarrollar un programa de control interno
Este punto es que el que permitirá que tu planeación tributaria realmente sea efectiva, pues se asegurará de que se desarrolle tal como la pensaste.
Crear un programa de auditorías y control interno te brindará la posibilidad de detectar a tiempo potenciales riesgos y fallas, así como evaluar constantemente si tus procesos fiscales siguen el camino adecuado.
Estas políticas deben estar asociadas, primordialmente, a criterios únicos y estándar para registrar el capital, como las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF), por ejemplo. También, es muy oportuno establecer un cronograma de análisis internos.
¡Y listo! Ya conoces 4 de las claves para desarrollar una óptima planeación tributaria, libre de errores y malas decisiones que pongan en aprietos a tu negocio.
En líneas generales, las tecnologías y la gestión con base en el conocimiento son aspectos elementales para tener éxito en este proceso, así como la capacidad para supervisarlo y controlarlo.
Además de lo mencionado, no dudes en asesorarte con profesionales e, incluso, contratar expertos en gestión fiscal, que utilicen de forma óptima recursos como los sistemas de factura electrónica y que te apoyen de manera estratégica durante todo el ciclo de planificación.
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