Conocer cómo calcular la rentabilidad de un producto es clave dentro de las empresas de todos los giros y tamaños, especialmente cuando apuntan a la expansión y el crecimiento.
Y es que es necesario que evalúes con detenimiento el margen de ganancia que tiene cada artículo o servicio que comercializa tu compañía para que determines si resulta conveniente o no su venta.
¿Cómo hacerlo? ¡Es más sencillo de lo que crees! Simplemente, sigue los 3 pasos que mencionaremos a continuación.
1. Define el costo de artículos vendidos
Este es uno de los elementos fundamentales para establecer la estructura de costos y luego, calcular la rentabilidad de un producto.
El costo de artículos vendidos (COGS, por sus siglas en inglés), como su nombre lo refleja, te permitirá saber cuánto vale vender cada bien, tomando en cuenta factores como transporte, combustible, insumos, precio de adquisición al mayor, salarios y servicios delegados a terceros.
En conclusión, se encarga de la suma de todos los montos relacionados a los procesos, tareas y responsabilidades que conlleva la comercialización de un producto.
2. Identifica gastos operativos
Para que tengas muchos más elementos para realizar el cálculo de la rentabilidad de un producto, también debes incluir los gastos operativos de una compañía, ya que estos forman parte de las tareas que se necesitan para generar ventas.
¿A qué nos referimos? Entre otras cosas, a publicidad, estrategias de marketing, servicios, renta, honorarios legales, gastos administrativos e investigaciones.
Luego de que tengas la suma de todas estas variables, puedes pasar al último paso.
3. Calcula la ganancia bruta y la neta
Enfocarse, por separado, en estos dos tipos de márgenes es fundamental para calcular la rentabilidad de un producto.
Para determinar la ganancia bruta de un producto simplemente tienes que tomar el total de los COGS y dividir el monto por la cantidad de artículos que esperas comercializar en un periodo determinado de tiempo.
Ese resultado te da el costo unitario de los productos, por lo que debes añadirle el porcentaje de beneficio que deseas, lo cual representa su rentabilidad.
En caso de que el artículo ya esté en venta, tienes que restar el costo unitario de su precio actual, ya que el resultado es el porcentaje de ganancia.
Al conocer este número puedes evaluar si te conviene o no el precio que fijaste y, de ser necesario realizar correcciones.
Mientras tanto, la ganancia neta es la suma del total de los COGS y el resto de los gastos operativos, divididos entre la cantidad de artículos a comercializar.
A ese costo, que es mucho más elevado, le añades el beneficio esperado o, de tratarse de un artículo en circulación, lo restas del precio del mismo.
¡Listo! De esa forma puedes calcular la rentabilidad de un producto, tanto de forma bruta como neta.
Se trata de una operación esencial y básica, pero que es indispensable para garantizar la rentabilidad financiera de las organizaciones y el desarrollo sostenible.
¿Te pareció interesante este material? Si tienes alguna inquietud sobre este cálculo o deseas compartir tu opinión acerca del tema, ¡escríbenos en la sección de comentarios!