Compliance fiscal: ¿Qué es y cómo aplicarlo en tu empresa?

¿De qué vamos a hablar?

Tiempo de leer: 2 minutos

El compliance fiscal es fundamental para reducir riesgos operativos relacionados con los tributos y las declaraciones.

También conocido como “tax compliance”, es una práctica que consiste en cumplir con las obligaciones fiscales al pie de la letra por medio de la evaluación constante, la previsión de contingencias, la detección de riesgos y la implementación de controles.

Por ese motivo, puede definirse como un conjunto de procedimientos que siguen los mejores principios de administración tributaria y, en consecuencia, manejo contable.

Al poner en práctica el compliance fiscal, se limita la responsabilidad penal de las empresas y se reduce de forma sustancial los riesgos de recibir sanciones o multa producto de evasiones y mal manejo de la información.

Esto trae beneficios financieros para las organizaciones y, también, mejora la imagen de las mismas ante el mercado y posibles colaboradores y aliados comerciales.

Ahora que sabes esto, posiblemente te preguntas “¿cómo aplicar el compliance fiscal?”. ¡Ya responderemos esta importante interrogante!

A continuación te mostraremos algunas de las claves que te permitirán poner en práctica este conjunto de técnicas y prácticas que optimizan el manejo de las responsabilidades y obligaciones fiscales.

¡Atención!

Centralizar la información

Para emplear esta práctica necesitas contar siempre con un amplio volumen de información contable, tributaria y financiera. Esta, por supuesto, debe ser fiable y precisa.

Por ese motivo, es importante que cuentes con sistemas y soluciones que puedan centralizar la documentación de tus movimientos de forma ágil, segura y eficiente.

Digitalizar y automatizar procesos

En los tiempos modernos, la tecnología se ha establecido como una gran aliada del compliance fiscal.

La automatización y digitalización de los procesos, especialmente, permiten corregir fallas y equivocaciones de la contabilidad manual que pueden derivar en incumplimiento de exigencias legales y, por lo tanto, en multas o sanciones.

Establecer un cronograma de auditorías internas

Los mecanismos de control juegan un papel fundamental en el compliance fiscal y, en consecuencia, las auditorías.

Es necesario que tengas un calendario anual o de un determinado periodo de auditorías internas que permitan detectar riesgos y fallas en la gestión fiscal, para así promover a tiempo mejoras y correcciones.

Establecer canales de denuncia

El compliance fiscal no es un elemento exclusivo de las empresas. Los Estados también lo promueven, fijando estándares y parámetros que incentiven las buenas prácticas de administración tributaria.

Por ejemplo, disponen de canales de denuncia para que contribuyentes y usuarios puedan notificar posibles delitos fiscales.

Dentro de los negocios esto también puede aplicarse, poniendo al servicio de empleados y colaboradores un canal confidencial para que notifiquen sobre malas prácticas.

¡Muy bien! Si nos acompañaste haste este punto del texto ya sabes qué es el compliance fiscal y cuáles son los principios claves para ponerlo en práctica con éxito.

Como ves, el tax compliance puede valorarse como una filosofía de gestión fiscal, que apunta a la sustentabilidad y a la prevención de inconsistencia interna y de riesgos que puedan derivar en sansiones.

¿Te pareció útil este post? Si tienes alguna duda o inquietud, ¡no tardes en dejarnos un comentario!

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